PORK 1ERO NO TRATAS DE SOLVENTAR LOS TUYOS, O AKASO NO S SUFICIENTE HABER KAUSADO EL KOLAPSO TOTAL D LA EKONOMIA DEL PUEBLO AMERIKANO,, TU MADRE..
VAS A OPTAR POR OTRA OPCION??,, PROVOKAR UNA GUERRA??, GENOCIDA...
HAZLO,, Y TU Y TU GRUPITO VAN A ESTRENAR LOS ATAUDES D LOS 'FEMA'...
SI ''ESTAS'' PARA ESA FECHA,, PIERDES IGUAL,, PUES YA LO SABEMOS.
WASHINGTON.- El gobierno de Barack Obama se pronunció ayer en contra de establecer un "plazo artificial" en la tarea de mediación emprendida por el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, para resolver la crisis institucional que vive Honduras. Washington respondió así al ultimátum lanzado anteayer por el presidente depuesto, Manuel Zelaya, quien amenazó con romper el diálogo si no era restituido en su cargo de forma inmediata.
"No queremos fijar una fecha límite artificial; las partes deberían darle tiempo a este proceso", dijo Ian Kelly, vocero del Departamento de Estado estadounidense.
Para Kelly, la solución pasa por la restauración del orden democrático en Honduras, es decir, por el regreso de Zelaya al poder: "La restauración del orden democrático significaría la restauración del presidente elegido democráticamente", precisó.
Zelaya fue derrocado el pasado 28 de junio y expatriado a Costa Rica por un comando de las fuerzas armadas hondureñas.
La primera ronda de diálogo se celebró la semana pasada en la residencia de Arias en San José. Tras dos días de conversaciones, las partes sólo acordaron volver a reunirse. El mediador ha convocado a las delegaciones de Zelaya y del presidente interino, Roberto Micheletti, a reunirse de nuevo este sábado en la capital costarricense.
Arias también pidió paciencia al presidente depuesto. "Entiendo el deseo del presidente Zelaya de reinstalarse como presidente de los hondureños lo más pronto posible, pero la experiencia me dice que en esto hay que ser un poco paciente; no es fácil conseguir resultados en 24 horas", declaró Arias en San José.
El premio Nobel de la Paz insistió en que son los propios centroamericanos los que deben hallar una solución a la crisis de Honduras.
Zelaya, mientras tanto, continúa su ofensiva diplomática por la región, y cada día eleva un poco más el tono de su discurso. Si anteayer dio plazo hasta el fin de semana para que se lo restituya en el cargo, ayer llamó al pueblo hondureño a la insurrección para forzar la salida del gobierno de facto de Micheletti.
"La insurrección es un proceso legítimo que forma parte de los conceptos más elevados del sentido de la democracia", dijo Zelaya en una conferencia de prensa en Ciudad de Guatemala. Arropado por su homólogo guatemalteco, Alvaro Colom, el mandatario hondureño animó a sus partidarios a seguir con las protestas: "No dejen las calles, que es el único espacio que no nos han quitado".
Horas antes, Zelaya había advertido: "De que regreso, regreso [a Honduras]; ésa es una buena frase y la voy a usar".
Sin embargo, su retorno "a cualquier costo", como advirtió anteayer desde Nicaragua, no parece fácil. Micheletti continúa inflexible y se afianza en el poder cada día que pasa. Ayer, el presidente de facto sólo se manifestó dispuesto a retomar el diálogo y a reunirse, si fuera preciso, con su oponente político: "El es un ex mandatario del país, un ex amigo mío, y con todo gusto le daría la mano en el momento oportuno si así lo desea", dijo ayer en Tegucigalpa.
Desde hace días, las dos partes enfrentadas realizan intensas gestiones en Washington para sumar más apoyo. El gobierno de Micheletti no ha escatimado esfuerzos para contratar a prominentes abogados estadounidenses en su afán de frenar las sanciones que la Casa Blanca ha aplicado a su régimen, según The New York Times.
Al mismo tiempo, el entorno de Zelaya ha emprendido una campaña para exigir una mayor intervención de la Casa Blanca en la resolución de la crisis.
Una delegación del denominado Frente de Resistencia Popular al golpe de Estado mantuvo ayer entrevistas en Washington con congresistas estadounidenses y representantes del Banco Mundial. Marvin Ponce, diputado de la izquierdista Unificación Democrática y miembro de esa delegación, mostró sus reservas respecto del papel de Washington en la crisis, e insinuó que Estados Unidos pretende dilatar el conflicto.
En el mismo tono se manifestó la canciller de Zelaya, Patricia Rodas, que exigió a Obama acciones directas contra los intereses de "los golpistas". "No basta con los manifiestos de condena; es necesario tomar medidas", declaró Rodas en Managua. Entre esas medidas, Rodas propuso la suspensión de toda la ayuda militar al régimen de Micheletti y un bloqueo económico que asfixie al gobierno de facto.
Por otra parte, el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, defendió ayer una vez más la legitimidad constitucional de Zelaya al descartar que su propuesta para modificar la Carta Magna fuera en "beneficio propio".
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